Entre el 8 y el 13 de marzo, Grupo Luxiona se
deshizo de 9 compañeros/as. La empresa volvió a recurrir a las facilidades
legales que ofrece la Reforma laboral, para despedir a compañeros –algunos con
más de veinticinco años de servicio- con la figura del despido objetivo por causas
económicas y organizativas, y con tan sólo 20 días de indemnización y el tope
de 12 mensualidades.
El SOT-UGT repudia esta nueva agresión
de la empresa que confirma lo que ya denunciamos en el proceso de ERE de
extinción de marzo del año pasado: la lenta marcha a la deslocalización de la
producción. Desde marzo del año pasado –cuando salieron 32 trabajadores/as de
golpe- la empresa se ha desprendido en diferentes tandas, de otros 23 trabajadores/as, es decir, de un 12,36% adicional de la plantilla.
La dureza de la crisis es incuestionable,
y sus efectos de cara al futuro inmediato –si no se cambian las políticas
económicas- pueden ser irreversibles, pero la gerencia de Luxiona está
aprovechando esta situación para reforzar la producción de otras factorías del
grupo en detrimento de la planta de Canovelles. Hay indicios claros de que los
despidos responden más a la deslocalización que a la crisis:
1.
La
mayor parte de los despidos corresponden a las secciones de producción (12, 54,6%),
el resto a la red comercial en el Estado español (8, 36,3%) y tan sólo 2 a
oficinas centrales (9,1%)
2.
La
mayor parte afectan a los salarios más bajos, que a su vez estaban –y están-
sujetos a un ERE de suspensión temporal, es decir, puestos de trabajo que
pueden llegar a suponer un ahorro para la empresa de hasta el 40% en salarios y
cargas sociales por trabajador durante el 2013.
3.
Las
amortizaciones de los puestos de trabajo no justifican un nuevo gasto
extraordinario vía indemnizaciones, que en el mejor de los casos, tardarían año
y medio en recuperarse.
Por tanto,
pedimos a la dirección de Luxiona que deje de despedir de manera discriminada,
que haga un acto de patriotismo y deje de externalizar producción; que busque
el ahorro de costes en otras partidas estructurales menos necesarias
(alquileres, gastos en viajes, etc) que no han dejado de aumentar.
Por último, no
podemos dejar de denunciar el papel lamentable de la candidatura de CCOO en
Luxiona, que está siendo de un gran apoyo para la empresa. Su papel está más
cerca de lo que significan los
sindicatos amarillos como Fetico o Fasga, que del sindicalismo de clase y
combativo que siempre han representado las CCOO.
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