lunes, 28 de enero de 2013

Luxiona condenada a readmitir una compañera del SOT-UGT por discriminación sindical

Nuestra compañera Eva, a la iquierda de la foto en
primera fila, en una foto de 2007.
Para variar entre tanta derrota, una gran noticia: desde el pasado martes 22 de enero, nuestra compañera Eva ya se encuentra trabajando con nosostros/as. Despedida en el expediente de regulación de marzo del año pasado -que se llevó por delante a 32 compañeros/as-, el juzgado de lo Social nº 2 de Granollers ha condenado ahora a Luxiona a su reingreso inmediato por vulneración de derechos fundamentales, en concreto su derecho a no ser despedida por la pertenencia y militancia en el SOT-UGT.
Eva, que formó parte de nuestra anterior candidatura en el Comité y seguía formando parte de la dirección de la sección sindical, fue la única que denunció el despido en un ERE de extinción, donde la mayoría de despedidos habían formado parte de nuestras candidaturas, o eran afiliados o se habían singnificando en las protestas previas al acuerdo final, denunciando la tibieza de los delegados de CCOO y la cercanía de estos con la empresa. Un desastre para nosotros/as, del que ahora recuperamos a Eva, una compañera que siempre se ha distinguido por la fortaleza de sus convicciones y su orgullo y dignidad por pertenecer a la clase trabajadora.
Que más nos gustaría que hacer una crónica de lo que significó el juicio en los juzgados de Granollers a finales de noviembre. Una vista pública donde por fin salieron a la luz muchas de las agresiones con las que la gerencia de la empresa ha intentado derrotarnos, dejando vía libre a los delegados de CCOO. La documentación y los testimonios aportados por el abogado de nuestra compañera (asistisda por Pep del Col.lectiu Ronda) desnudaron las maniobras de la empresa durante tanto tiempo, como el intento de revocación a nuestra candidatura en 2009, donde la dirección de la empresa convocó todo tipo de reuniones colectivas y personales, para en unos casos amenazar y otros convencer a los trabajadores para que nos echaran del Comité. Particular fue el caso del director de Recursos Humanos y abogado de la empresa en el juicio, que leventó perjurio en varias ocasiones, y del que un testigo explicó que le intentó convencer para que montara una candidatura en el Comité para después de nuestra revocación. No tuvo desperdicio el juicio, como otros testimonios de la campaña que hizo la empresa a través de sus encargados, para que que la gente votara a CCOO en las elecciones de enero de 2011. El desarrollo del juicio fue tan clarificador que al juez no le debieron quedar muchas dudas. También ayudó que la empresa no pudiera demostrar en ningún momento las causas objetivas que alegaban para el despido (bajo rendimiento), un despido que, cabe remarcar, fue el único forzoso de una sección con 35 trabajadores. El jefe de producción -aportado por la empresa- fue vago en sus declaraciones y con frecuentes contradicciones y una compañera de la misma sección que Eva que declaró a favor de la empresa, quiso ser tan proempresa y cargar tanto las tintas sobre la maldad de nuestra compañera , que su teatro se volvió en contra suya y acabó favoreciendo a Eva.
Luxiona no se deshizo de nuestra compañera por ser la peor trabajadora de la sección, sino por su dilata presencia en el SOT-UGT, el único sindicato que se ha enfrentado a la dirección de la empresa en la defensa de los intereses de los trabajdores. El juez lo entendió así y condena a Luxiona a la readmisión y al pago de salarios y cotizaciones desde el 15 de marzo de 2012. También le condena al pago de una indeminización de dos mil euros por daños morales derivados de la vulneración de derechos constitucionales.
Es la segunda multa por discriminación sindical al que debe hacer frente la gerencia de Luxiona (la primera, una sanción grave de la Inspección de Trabajo en febrero de 2012 por reunirse sólo con CCOO y ocultarnos las reuniones); ya va siendo hora de que entiendan, de que por más minoria que seamos, no nos vamos a retirar nunca, menos en la situación difícil que atravesamos, y con una candidatura mayoritaria amarilla como la de CCOO que le firma todo le que la haga falta a la empresa.