domingo, 13 de junio de 2010

HUELGA GENERAL YA!


No queda otra solución que convocar un paro general. Los detalles que se han ido conociendo a lo largo del fin de semana no dejan más alternativa que enfrentarse a los empresarios y al Estado. La reforma laboral significa una agresión de tal calibre que cambi ará por completo las relaciones laborales en este país. Es la más profunda y la más neoliberal de todas cuanto se han legislado en democracia y significará la paulatina erosión (hasta su desaparición) de los sindicatos confederales. Esta reforma laboral no va a traer aparejada un aumento de la contratación indefinida, sólo va a a significar una mejora de las posibilidades de los empresarios para acumular capital y librarse de los elementos más molestos. Cada nuevo detalle que vamos conociendo (el documento se puede consultar integro en el blog de López Bulla) nos confirma una escandalosa parcialidad a favor de los empresarios; una dejación de la tutela judical efectiva que nos dejará a los sindicalistas -y a los trabajadores en general- a los pies de los caballos.
El empresariado catalán y español no va a crear empleo indefinido. Nunca lo hizo en las cinco reformas anteriores y no lo va a hacer ahora. Siguen contratando por ETT a pesar de que es más costoso y conlleva 12 días de indemnización y no 8 como los temporales de empresa. El práctico desmantelamiento del despido objetivo lo vuelve gratuito de facto y la caida del despido improcedente de los 45 días a los 25 días para el empresario va a ser una verdadera golosina para que no quede un sindicalista honrado en todo el tejido productivo.
Caso aparte merece la flexibilidad interna. Todo el que haya acudido a la mediación en el Tribunal Laboral de Catalunya sabe lo desastrosos que son los laudos para los/as trabajdores/as; en un par de lustros vamos a perder las conquistas soociales de todo un siglo, empezando por las ocho horas diarias de 1919.
La huelga general sólo debe ser el primer paso. Un primer paso que arranque el cuerpo aletargado de un clase trabajadora adomercida por tantos años de desmobilización. En este momento histórico lo realmente arriesgado es no moverse, no plantar cara; las únicas huelgas que no se ganan son las que no se hacen. Los compañeros/as de Euskal Herria ya han dado el paso adelante, al restos sólo nos queda seguirles.