martes, 28 de julio de 2009

El COMITÉ DE EMPRESA DE TROLL SUPERA UN INTENTO DE REVOCACIÓN


El pasado viernes 24 de julio nuestro Comité de Empresa superó un proceso de revocación que acabó en un verdadero fiasco para los promotores. No se ha tratado de un movimiento espontáneo de rechazo de los trabajadores -como casi nunca lo son las revocaciones- sino una maniobra orquestada por el poder fáctico que ha llenado de miedo y estupefacción las diferentes secciones de la empresa.
Hemos vivido un mes de julio lleno de crispación y de tensión. La listas de firmas para la realización de una asamblea de revocación empezaron a correr, primero sin éxito alguno, y luego, después de visitas, coacciones y amenazas de cierres, llegando hasta la cincuentena de firmas, un 37% del censo del colegio de no especialistas. El pasado viernes se celebró la asamblea convocada al efecto por los firmantes, con la inestimable ayuda de la empresa que modificó los horarios de los dos turnos de trabajo, y regalo casi dos horas para que todos/as los/as trabajadores/as pudieran ir a votar. Aparecieron compañeros/as que estaban de vacaciones, y otros que llevaban meses de baja y la aglomeración de trabajadores/as que se congregaron en la entrada de una de las naves concendió al momento la categoría de histórico. Había muy pocas personas y muy poderosa que querían ver al SOT-UGT fuera del Comité; y una gran mayoría de personas que se dividían entre las que han apoyado sin fisuras al actual Comité y las que se debatían entre elegir el miedo a las amenazas o la voz de su conciencia. También el grupo de siempre que piensa lo que piensa su amo.
Nuestro Comité contó con el apoyo de las ejectuivas del Metal y de la Comarca y desarrolló la asmblea con un trato más que correcto para todas las opciones. Al final, todo el trabajo realizado, la negociación con la empresa cuando ha sido posible, así como la firmeza cuando no, junto con la garantía del voto libre, directo y secreto hizo que la revocación se quedara en un gran fracaso que ni siquiera llegó a igualar en votos las firmas presentadas en el CEMAC. Los resultados fueron los siguientes:
Firmas asamblea: 50
Censo de especialistas y no cualificados: 130
Votos emitidos: 120
Votos a favor de la revocación: 42
Votos en blanco: 5
Votos en contra de la revocación: 73
La mayoría de la plantilla ha sentido durante tres semanas una intolerable intromisión en su forma de organizarse; ha visto con claridad como se intentaba derrocar un Comité que con sus defectos ha plantado cara y no se ha arrendado a los modales del paternalismo franquista y no podía tolerar que se pusiera en su lugar un Comité títere.
Las pequeñas luchas y los grandes gestos no caen en saco roto. No hemos tenido capacidad ni madurez organizativa como trabajadores/as para conseguir un ERE mejor del que tendremos, pero sí que guardamos las experiencias y los conocimientos colectivos necesarios como para parar una maniobra de desarticulación definitiva de la única herramienta que hoy por hoy, es capaz de hacer un poco de frente al poder omnímodo, todopoderoso de las empresas.
En la foto, Obreros volviendo a casa, del pintor noruego E. Munch